domingo, 21 de junio de 2020

Titania y Oberón. Cómo contactar con ellos




Comienzan a moverse las energías de verano. El campo se llena de flores silvestres y la luna llena navega por el cielo alumbrándolo todo e invitándonos a salir hasta altas horas.  El mundo natural está despierto y es alegre. Después de estos meses oscuros como hacía tiempo, comienza a deslumbrarse un horizonte más claro. 

Hacemos rituales para restaurar la conexión entre los seres humanos y los antiguos espíritus del territorio, de cada tierra y de cada rincón de esa tierra: allá donde un río se recorta contra el horizonte, en una pequeña pradera, en un grupo de árboles que crece formando un pequeño bosque junto al río. En una colina, entre un montón de piedras, en una playa, en un campo labrado… Cada lugar tiene su guardián mágico, su espíritu invisible que revolotea o camina bajo tierra, tratando de preservar el lugar. 

Pero los seres humanos les somos hostiles y es por ello que no se manifiestan tan fácilmente, cada vez menos. Son ya escasísimos los relatos de personas que los han visto pero antes del siglo XVII, como ya he comentado anteriormente, era bastante común su presencia en nuestras vidas.

Hoy en día decir que crees en las hadas es visto como algo propio de lunáticos o de mentes infantiles debido a que la cultura occidental ha relegado a estos espíritus a dibujos animados estupidizados o muñequitos que se les regalan a los niños. Las antiguas creencias han sido destruidas por una realidad que no está dispuesta a aceptar la presencia de una dimensión espiritual, mágica, intangible pero tan real o más que la realidad que captan nuestros sentidos. Pero hace no tanto tiempo esto era más bien distinto. Se creía en los espíritus porque los veían. La creencia en las hadas no se cuestionaba ya que era muy tangible la presencia de estos seres en las vidas cotidianas de nuestros ancestros. Los espíritus no eran cuestión de fe: estaban allí.



"Ensueños", de Asako Enguchi (Japón, 1.952)

De todos estos espíritus hay dos cuya fuerza y poder ha de ser tan poderoso que su herencia cultural ha llegado hasta nuestros días escribiéndose en numerosas capas culturales a lo largo de los siglos: se trata del Rey Oberón y la Reina Titania, el rey y la reina de las hadas respectivamente. Ellos son el sustrato sobre el que se sustenta toda la creencia en las hadas, toda la hechicería perteneciente a ciertas ramas antiguas del oficio y a la brujería del cerco, que como yo la entiendo, se sostiene en la creencia en los Espíritus, sean estos feéricos o Ancestros difuntos.

El nombre “Oberón” proviene del antiguo alto alemán, “Alberich” donde “alb” es “elf" (elfo) y “rîh” es en inglés “ruler” (rey), es decir, “Rey de los Elfos”. El nombre se conoce antes de que Shakespeare escribiese “El sueño de una noche de verano”, donde son protagonistas precisamente Titania y Oberón. Aquí ya vemos que la creencia en este Espíritu se remonta a tiempos antiquísimos a los que cuesta seguir el rastro. 

En el folklore tradicional la Reina de las hadas recibe muchos nombres: “Mycob, Micob, Aricol, Tytarit, Titam, Micol, donde este último nombre podría provenir de la palabra “mickle”, que significa “grande o poderoso”, es decir, que se refiere no a un espíritu sin más sino a un espíritu cuya influencia sobre otros espíritus es muy poderosa. 

"Reunión Oberón y Titania". Arthur Rackham (1908)

Como vemos, ambos son espíritus que guían a otros espíritus, de ahí que suelen asociarse a cabalgatas de espíritus. En el neopaganismo, la Reina Mab sería la diosa Diana. En numerosas lecturas del folklore, el Rey Oberón sería el espíritu morador del viento y la Reina Titania el espíritu morador de la Tierra, como vemos espíritus de gran categoría. Tema muy interesante y revelador de las funciones energéticas principales de ambos.

Hacer trabajos de hechicería auspiciados por su presencia nos aporta gran fuerza a nuestras tareas y gran beneficio. Pero como siempre digo, las cosas no se consiguen de la noche a la mañana y su presencia ante vosotros puede llevar un tiempo. Ellos han de ver ciertas cuestiones en la persona que los invoca que les atraiga y se den a conocer. Recordemos que los espíritus son reales, que son personas que sienten y que piensan. Uno no tiene confianza con alguien nada más conocerle. Siempre guardamos distancia y dejamos que el tiempo y nuestros actos vayan afianzando nuestras relaciones y con ellos sucede igual. Y recordad que el ser humano les es hostil debido a la explotación y destrucción de los entornos naturales. Pero siguen abiertos a un contacto y una alianza de esfuerzos. Tampoco funcionará el contacto si lo que buscas es poder. Hay mucho más de fondo que corresponde a la persona que quiera invocarlos conocer. Así que pregúntate primero por qué quieres contactar con ellos. 

Las invocaciones son un sendero de encuentro con los seres feéricos.

Yo os invito a que os adentréis en esta mundo fascinante y extraño de la brujería y la hechicería. Que practiquéis y que os equivoquéis y que vayáis siempre con la sinceridad por delante y conseguiréis contacto e interacción con el mundo de los espíritus porque además, al fin y al cabo, ¿de qué trata la hechicería? 


Puck. Christian Birmingham (2014)

Os dejo un ejemplo de invocación al Rey y la Reina de las Hadas. Podéis llevarlo a cabo en un espacio abierto o incluso en vuestras casas pero siempre recomiendo que estéis mejor en la naturaleza. Podéis encontrar más ejemplos de invocaciones en Internet y en manuscritos antiguos, normalmente escritos en latín. Podéis buscar y recitar aquel que más os llame. Se trata de abrir una puerta con el mundo de los Espíritus. 

Comenzaremos dando tres golpes en el suelo con un bastón o cayado. Son las tres llamadas al mundo intraterreno, a los habitantes del mundo subterráneo: 

"Su cinturón estaba hecho de hojas de mirto
rodeado de corchetes de prímula resplandecientes como el ámbar.
Las llamadas de su corneta eran fuertes,
Hechas de los ecos de antaño
y se dirigieron a sus labios quemados por la luna. 
Él forma el viento, y luego sus hadas saltan.
Rey Oberón, alegre hada de la alegría,
Ven con nosotros en este ritual de nacimiento. 

Simon Steward, Oberon’s Apparell, 1.635
(Traducción: Marta Ruescas)

 Ven, sígueme, sígueme.
Tus hadas elfas las que son;
Y rodea esta pradera con un círculo, 
Venid y seguidme, vuestra Reina.
Mano a mano, bailemos una ronda. 
Porque este lugar es una tierra de hadas.
La Reina Mab, embriagadora hada de la luz,
Ven con nosotros en esta noche de luna llena. 

Poema inglés anónimo. Siglo XVII
(Traducción Marta Ruescas)


Cerraremos la invocación con otros tres golpes en el suelo, a modo de despedida y de respeto.

¡Feliz Solsticio de verano!

Marta Ruescas Pueyo
En Valladolid, domingo 21 de junio de 2020




miércoles, 10 de abril de 2019

Los Despachos en brujería



No pocas veces recibo correos de personas que me escriben lamentándose de que no consiguen que un hechizo funcione. Yo les suelo preguntar si han realizado todo bien y suelen afirmar que realizan correctamente todos los pasos de la “receta” mágica. 

Indagando dónde puede estar el problema, descubro muchas veces que el trabajo no ha sido cerrado bien. Que han obviado el último paso o cambiado la forma de cerrarlo debido a que sus circunstancias geográficas no eran las adecuadas o que el ajetreo de la vida cotidiana no les ha permitido cumplir con los pasos de cierre apropiadamente.

En brujería llamamos “despachos” a las distintas formas de cerrar un hechizo o conjuro. 

Si os fijáis en la cantidad de hechizos que podemos encontrar en grimorios, en páginas web dedicadas a la brujería, etc. encontraréis que cada hechizo tiene una forma muy concreta de cerrarse. En algunos hechizos se nos pide que tiremos los restos de un hechizo a un río, al mar, que los enterremos en un cruce de caminos o en un cementerio, que los coloquemos en un lugar determinado de la casa e incluso existen hechizos y rituales más complejos donde se nos solicita que el hechizo sea pulido y terminado durante varios días. Un ejemplo sobre esta mayor complejidad sería un hechizo que ha de ser enterrado en determinado día de la semana justo en el preciso momento en el que se pone el sol tras el horizonte. Los hay muy complicados que requieren cosas muy laboriosas.

Hay personas que no consideran importante que el cierre se haga tal como aparece en la receta. Por falta de tiempo deciden enterrarlo otro día, o se saltan algún paso o incluso los dejan abiertos. Puede sorprender pero sucede, quizá por desconocimiento.




Pero no se puede dejar un hechizo abierto. La dimensión astral es una dimensión poblada de espíritus y fuerzas de las que desconocemos su naturaleza última en muchas ocasiones. No hacer un despacho correctamente es dejar abierta una puerta con el mundo astral y a través de esa puerta, un trabajo no terminado correctamente se dispersará. Igualmente se os colarán fuerzas y espíritus de todo tipo en vuestras casas. Normalmente entran espíritus no muy positivos ya que los espíritus más elevados no suelen andar apegados a la tierra. Por favor, tened en cuenta que aunque estemos realizando un hechizo para favorecer a alguien o atraer una circunstancia positiva a nuestra vida, cuando abrimos el Círculo estamos abriendo una puerta y por esa puerta baja la misma cantidad de oscuridad que de luz que convocamos. No cerrar una puerta o no realizar el despacho correctamente afectará negativamente a todos los implicados. La persona a la que iba destinado el hechizo, después de todo el esfuerzo, no recibirá nada y todos podrían encontrarse “sorpresas” en casa o en sus vidas en forma de infortunios. De ahí la importancia de realizar los despachos correctamente.

Si consideras que no vas a poder llevar a cabo un hechizo por falta de tiempo, porque el hechizo te pida que eches los restos al río y no tengas ningún río cerca, etc. es mejor que no lo hagas. Busca otro hechizo que se pueda ajustar más a tus circunstancias, tanto de tiempo como de espacio y que resulte igual de efectivo. 

La brujería requiere de trabajo y esfuerzo. Y los hechizos son como recetas de cocina. Si nos saltamos algún paso, es muy posible que el plato no quede lo bien que esperamos. No somos observadores sino participantes comprometidos en el Oficio. 

https://www.safecreative.org/work/1904100608809-los-despachos-en-brujeria

domingo, 2 de diciembre de 2018

Brujería del Cerco: Recapitulando Conceptos




He decidido, ahora que estoy volviendo a escribir en el blog, y ya que hay cierta confusión al respecto, hacer una pequeña recapitulación de conceptos básicos sobre esta rama de la brujería tradicional europea llamada Brujería del Cerco.

La Brujería del cerco es una corriente de brujería proveniente de una antigua tradición, heredera de un culto antiguo y olvidado de sacerdotes y sacerdotisas paganos que eran capaces de viajar entre distintas realidades. Debido a las persecuciones por parte del poder a lo largo de los siglos, estos cultos fueron desapareciendo dejando algunos vestigios en antiguos textos. 

La Brujería del cerco hunde sus raíces en las tradiciones continentales y probablemente británicas también aunque no he estudiado esas raíces y no podría trazar una línea temporal. Quizá debido a que la brujería inglesa y en general británica tiene tantos practicantes y seguidores, es una brujería que se conoce y se estudia más. Hay numerosa bibliografía sobre brujería tradicional británica y hemos de reconocer que los británicos han sabido conservar y guardar bien sus tradiciones y es por esta razón que se cree que este tipo de brujería pudiese ser británica.

Insisto en que no estoy segura pero sí que he estudiado las raíces del concepto Brujería del cerco en Europa, en las zonas escandinavas y en territorios germánicos y su presencia se puede seguir a lo largo del tiempo. 

La palabra neerlandesa para bruja es heks, proveniente de la antigua palabra haghetesse, que significa hedgerider o Spirit of the hedge, Espíritu del cerco. 

La raíz de la palabra alemana Hexe es Hagazussa, que también significa hedgerider o la que cabalga el cerco. También se la conoce como Soul of the fence, alma del seto. 

El término hedgerider fue universal en el ámbito de las lenguas germánicas:

Antiguo escandinavo = Hagzissa
Antiguo inglés = Haegtesse

Existen testimonios de los procesos brujeriles en Europa donde se hacen alusiones a este culto si bien siempre hemos de ser muy precavidos tratando de distinguir entre la realidad de lo que confesaban esos pobres hombres y mujeres bajo tortura y la mente enferma, sádica y psicopática de los inquisidores. Pero contrastando textos descubrimos ciertos puntos comunes en estos testimonios:

Que estas mujeres volaban al Sabbat con Frau Holle, Madame Oriente o la Dama Abondia. Viajaban a veces sobre animales en la compañía de la diosa pagana, Diana. Recorrían en la noche grandes distancias siguiendo y obedeciendo a estas mujeres que cabalgaban por el cielo rodeadas de otras brujas y animales, sobre todo en ciertas fechas. 

Nos hablan de viajes, viajes por el cielo acompañadas de espíritus muy concretos. 

Por ejemplo, la Frau Holle (la Dama Holda) aparece mencionada en el Canon Episcopi. 

Así que nos encontramos con algo fundamental: la Brujería del cerco es una brujería del otro mundo. Ese otro mundo es un lugar desconocido para el común de los mortales pero no para estos hombres y mujeres que describían los aquelarres y los vuelos nocturnos. 




Y esta es la clave. Es una brujería liminal, una brujería que se desarrolla en un espacio fronterizo entre la realidad cotidiana y la otra realidad que no se puede apreciar a simple vista pero que está aquí, solapada con nuestra realidad y deseosa de penetrarla. El brujo del cerco vuela entre los mundos. Puede hacerlo. Pero no es tanto una práctica realizada en ese mundo sino una capacidad de ver el mundo y esto es la clave para saber qué es la brujería del cerco. Y a ver si me explico bien porque resulta complicado transmitir esto…

Un brujo puede hacer hechizos o realizar magia, quizá también echar las cartas o las runas pero el brujo del cerco, aparte de eso, es capaz de ver esas realidades ocultas e interactuar con ellas. Es una visión del mundo muy concreta, una visión que tiene que ver con visualizar, percibir e interactuar principalmente con los espíritus de la naturaleza, del bosque y de las casas.

Yo puedo ser una bruja y echar las cartas o hacer remedios herbales y ser una conocida sanadora o curandera en mi región. Hay personas que hacen brujería y rezan oraciones cristianas, recitan salmos y acaban sus decretos con la palabra “amén”. Así que no soy un brujo del cerco porque no me acompaña esta cosmovisión, esta forma de ver el mundo. En cambio soy bruja o brujo del cerco porque aparte de hacer amuletos o tirar las runas, desde pequeña veo y escucho cosas que los que me rodeaban no podían ver. Esa es la diferencia fundamental. Mi forma de ver el mundo, de entender la realidad, que para mí es sagrada porque todo está insuflado de una magia que habla y se expresa de infinitas maneras.

La brujería del cerco es una brujería que no habla de dioses sino de espíritus. Es clave la relación del brujo del cerco con el mundo de los espíritus de la naturaleza, dimensión que recibe numerosísimos nombres: la Tierra de las Hadas, el Pueblo tranquilo, Elvelond, Elphame, Wormsel, etc. etc. 



Es clave también que es una brujería que se relaciona íntimamente con los fallecidos. Vienes a este mundo con una idiosincrasia: eres un portal y a través de ese portal los muertos se comunican con este mundo de los vivos. Es una capacidad que te viene de nacimiento y que ya desde niño está ahí e incluso te asusta hasta que comprendes qué está sucediendo. 

Otra clave es que el brujo del cerco tiene la capacidad de limpiar y exorcizar a personas y a lugares, de transitar entre los mundos para devolver la armonía a las personas que se lo piden. 

Clave también resulta la relación del brujo o bruja del cerco con el territorio en el que vive. Por eso insisto tanto que la brujería no está tanto en los libros que hablan sobre la práctica o los libros británicos sobre brujería porque están recogiendo el saber de su tierra, no la nuestra, no la tuya. Así que busca en el folklore de tu zona a esos antiguos dioses y espíritus que quedaron ocultados por las ermitas, iglesias, cultos cristianos u otros. Allí está el hilo del cual tirar. Y como brujo del cerco llevas en el alma estudiar y custodiar ese saber, preservarlo para que no se muera porque el día que se muera se habrá roto el último hilo de conexión entre la dimensión mágica y real de este planeta y nosotros. Y estaremos perdidos. Así que busca por tu tierra y rescata ese saber, no lo dejes morir. 

Los brujos del cerco somos como esos chamanes de las antiguas tradiciones. Almas custodias de nuestro mundo y a pesar del desastre que nos rodea, consecuencia de que la gente del mundo actual ha roto esa conexión sagrada, debemos seguir luchando para que este planeta sagrado no muera. 

Poco a poco iré dando cabida a los temas más interesantes que me estáis proponiendo a través de los comentarios en el blog y los de la página de Facebook. 

sábado, 24 de noviembre de 2018



Buenos días,
Llevo mucho tiempo sin actualizar el blog y os pido disculpas por ello. Me gustaría retomarlo y si bien no podré actualizarlo todo lo que quisiera, sí puedo escribir con más frecuencia.

Si os apetece, podéis escribirme en los comentarios todos aquellos temas de los que os gustaría que escribiese: temas que no haya tratado en el blog o temas de los que ya he escrito pero que os gustaría que profundizase más.
Aprovecho para deciros que la dirección del blog ha cambiado y que ahora es más sencillita:


Gracias a todos y un fuerte abrazo.
Marta

jueves, 2 de agosto de 2018

Congreso Internacional de Brujería y Magia


Buenos días a todos,

Tengo el placer de anunciaros la celebración del Congreso Internacional de Brujería y Magia que se celebrará entre el 28 de octubre y el 11 de noviembre de 2018 y al que he tenido el honor de ser invitada para participar con un artículo en este congreso.

Podéis acceder a toda la información en la página de Facebook del Congreso:


La información se irá actualizando regularmente y más adelante se os explicará cómo inscribirse. 

Es un Congreso que no os podéis perder pues participamos brujos y magos de muchos países y de muy diversas corrientes dentro de la brujería y en general del paganismo. Todos enriquecemos la brujería con nuestras distintas formas de entenderla.

¡Feliz Lughnasadh a todos!

Aquí os dejo una nota con todos los participantes que hasta ahora hemos confirmado nuestra participación:


domingo, 23 de octubre de 2016

Las Mareas Estacionales


Estos días podemos ver como en las tiendas y en centros comerciales se está promocionando todo lo que tiene que ver con la próxima fiesta de Halloween, el Sabbat más importante del año, el Samhain. En los países católicos, esta festividad es conocida con el nombre de Todos los Santos, si bien, como casi todas las festividades católicas, es una cristianización de una festividad pagana que se pierde en la noche de los tiempos.
Ayer tuve que salir a hacer algunas compras. Recuerdo que hace no mucho tiempo me molestaba ver como nada más acabar Halloween nos llenaban los escaparates con la Navidad. Pero ayer vi asombrada e indignada que faltando todavía una semana para Halloween, todos los escaparates de los centros comerciales se han llenado de árboles de Navidad, de adornos y de Santa Claus y no queda ni rastro de Samhain. En los supermercados ya están los turrones y demás dulces navideños y no se puede comprar nada relacionado con Halloween, cuando la fiesta ni siquiera ha llegado.
Las mareas, la subida y la bajada de las aguas del océano, siguen un patrón regular. Resultan una forma práctica de indicar el paso del tiempo. Al igual que las aguas del océano, las energías de la Madre Tierra suben y bajan y también siguen un patrón muy concreto.
Las hojas de los árboles no se han caído todavía pues es ahora cuando empiezan a amarillear. Los caminos de árboles comienzan a llenarse de esa belleza espectacular y sublime de rojos, ocres, marrones y amarillos. El velo oscuro de la Tierra recién ha comenzado a tornar la Rueda del Año. La luz cálida y ambarina del otoño está empezando a atisbarse a la caída de la tarde, llenando de una bruma espectral el bosque. Los ecos de los ancestros surgen ya no tan midos desde lo más profundo de la tierra. La naturaleza se torna más silenciosa.
En brujería existe un folklore asociado a las estaciones, y mejor que llamarlo estaciones, se denominan mareas estacionales. Flujos de energía que van y vienen, una y otra vez, cada año. En un eterno retorno de lo mismo y que a su vez nos permite crecer y avanzar pues en esa cadencia que la energía asciende, como espiral, hacia el Cosmos y desciende hacia el inframundo, en busca del conocimiento. Para subir hay que bajar.
El mundo establece así un ritmo, unas mareas cuyos límites siempre son imprecisos pero que siempre marcan un estado de las cosas. Así en otoño, sobre todo en los días que rodean a Samhain, vemos como la Naturaleza se desprende de todo lo que ya no sirve. De todo lo que nació en primavera y ahora le toca morir.


Por el rabillo del ojo veo una hoja caer. La vi nacer en Walpurgis, también llamado Beltane, y ahora la veo morir. Y mientras la hoja cae, tomo consciencia de qué es aquello que también quiero que se desprenda de mi. La Madre es sabia y para aprender, debemos observarla y respetar su cadencia.
En otoño respiro la oscuridad, viene para mostrarme la mía. En otoño tomo consciencia de esa oscuridad y enciendo el fuego de las velas que han de mostrármela para echarla de mí. Si no echo aquello que ya no me sirve para mi propio crecimiento, ¿acaso podrá crecer algo nuevo?
Cuando Samhain pasa, sigue el proceso. Las hojas siguen amarilleando y siguen cayendo pero aún quedan muchas en los árboles. No será hasta cercano Yule, que caigan definitivamente. En este tiempo, al desprenderme de tantas cosas, dejo espacio para lo nuevo, para lo que ha de crecer cuando nazca de nuevo la Luz del Solsticio, la luz de Yule. Después esa semilla quedará guardada en el seno de la Madre Tierra y comenzará a nacer en Imbolc, el 1 de febrero, cuando la nieve comienza a derretirse.
¿Por qué quieren que yo emocionalmente me sitúe en el Solsticio si apenas acabo de empezar el proceso de interiorización al que gentilmente me conduce el Otoño? ¿Por qué se empeñan en que corramos tanto? ¿Con qué sentido? ¿Hacia dónde? Pues bien. Hacia ninguna parte y sí, sí lo hacen con un sentido. El capitalismo tiene como fin desincronizarnos del tiempo natural para convertirnos en autómatas, en seres sin rumbo. Es un ouróboros que se devora a si mismo hasta que ya no queda nada que devorar. No lo permitamos. Hagamos una revolución silenciosa que comience con nosotros mismos. Sin ruido. No les alertemos o prohibirán la brujería como ya lo han hecho tantas veces. Salgamos a la calle y respiremos la humedad de la tierra, la podredumbre de las hojas caídas y el olor de boniatos y castañas. Busquemos el resplandor ambarino entre las hojas de los árboles y el musgo fosforescente que nace de la humedad de la lluvia. Ahí está nuestro mundo, no en el suyo.
Marta Ruescas
Brujería del Cerco ® ©

El ambiente trae ya nostalgias de los difuntos.
Detende donde haya aire y los sentirás.
Catz Moon



viernes, 16 de septiembre de 2016

La Magia de los Aceites de Hierbas. Una Receta para tener Sueños Proféticos


Hoy vamos a hablar de algo muy práctico relacionado con la brujería que son los aceites de hierbas o herbales. Personalmente utilizo muchísimo en mis trabajos mágicos este tipo de aceites ya que las plantas son el ingrediente básico y fundamental para la práctica del oficio.

Los aceites de hierbas se usan para muchas cosas: para ungir o untar velas. La magia poderosa de las velas se incrementa cuando las ungimos con aceite pues potenciamos mucho más sus poderes mágicos. Los podemos usar también para el cuerpo, por ejemplo para tratar picaduras de insectos, como loción, para realizar nuestros hechizos, bálsamos, cremas, aceites corporales

La fabricación de los aceites mágicos se hace por maceración, un método de extracción de los principios activos de la planta en un líquido, en este caso aceite. Dejamos reposar la planta en el aceite durante un periodo de tiempo para que sus principios activos pasen al aceite. El tiempo puede variar dependiendo de la planta,  pero lo normal es dejarlos en maceración aproximadamente 40 días. Si bien sobre los tiempos hay muchas opiniones, por mi experiencia propia nunca los tengo menos de estos días porque no le da tiempo a la planta a soltar sus propiedades.

Si son raíces con lo que vamos a trabajar, yo las suelo dejar mínimo dos meses en maceración.

Los ingredientes que vamos a necesitar son muy sencillos:
  • Aceite base
  • Plantas
  • Frascos de cristal
  • Embudo pequeño
  • Colador




Para el aceite base podemos usar aceite de oliva, de girasol, aceite de almendras, coco, etc. En mi caso, por costumbre, suelo utilizar el de oliva o el de girasol, con cierta preferencia hacia el aceite de oliva, que absorbe mejor las propiedades mágicas de la planta y a la larga las conserva muy bien.

Para las plantas, recomiendo que salgamos al campo a recolectarlas, siempre con respeto y cogiendo solo lo estrictamente necesario. Recomiendo que leáis libros sobre el folklore de la zona en que vivís donde aparecen muchas recetas mágicas populares que se elaboran con la flora que crece en la zona. Si no tenéis la posibilidad de salir al campo, recomiendo que compréis las plantas en el herbolario.

Un consejo: tratad de no abrir las bolsitas comerciales de infusiones y usarlas para vuestros aceites pues son plantas que han sido tratadas industrialmente, pasando por mil manos, y han perdido prácticamente todo su poder.

Los frascos de cristal se encuentran en cualquier tienda. Pueden ser tarros de cristal con tapa o frascos con tapón de corcho. Incluso los tarros de conservas del supermercado sirven. Los esterilizáis al baño maría y ya están listos para su uso. Así no tenéis que comprar tarros.

Necesitaremos un embudo pequeño, tipo de los que se usan para perfumería, y un colador para cuando ya esté el aceite macerado, echarlo en el frasco definitivo.

Metemos la planta o plantas que necesitemos para hacer el aceite en el frasco de cristal. Dependiendo de la cantidad que necesitemos, el frasco será más grande o más pequeño. 

La fórmula es dos cucharadas de aceite por cada cucharada de planta.

Cerramos el frasco y una vez bien cerrado, lo ponemos a la intemperie los 40 días. Que el aceite reciba los rayos del sol y de la luna porque la acción expansiva del sol y la de contracción de la luna le ayudan a soltar sus principios activos y propiedades mágicas en el aceite.

Es bueno mover el frasco con frecuencia para ayudar a que todo se mezcle bien.

Una vez han transcurrido los 40 días, cogemos otro frasco limpio de color oscuro, que también son muy fáciles de encontrar, y colamos el aceite. ¡Ya tenemos nuestro aceite mágico!

Ahora ya no le debe dar el sol. Es preferible que el frasco sea oscuro (los venden color caramelo o verde en las tiendas de chinos en España. En América no sé si tenéis este tipo de tiendas económicas tipo bazar) y que lo guardemos en un sitio oscuro y fresco, por ejemplo un armario. Es necesario que pongáis etiquetas en cada frasco indicando qué tipo de aceite es, qué ingredientes habéis utilizado y la fecha de elaboración. 

Normalmente estos aceites pueden durar años (4 ó 5 años) conservando las propiedades de la planta intactas. Notaréis cuando un aceite se ha echado a perder por el olor a rancio. 

También es necesario que le hagáis algún ritual para transmitirle la intención que queréis dar el aceite. Existen muchas fórmulas para eso que encontraréis en grimorios o libros de recetas mágicas. El aceite se consagra a los espíritus, a las hadas, u otros seres mágicos, y se les cantanpalabras mágicas con la intención que queramos darle sujetando el frasco en nuestra mano.



Hoy os voy a dar una sencilla receta para tener sueños proféticos.


ACEITE PARA TENER SUEÑOS PROFÉTICOS

Ingredientes: artemisa, camomila, salvia, lúpulo y milenrama. Ya sabéis, dos cucharadas de aceite por cada cucharada de planta. Todos muy fáciles de encontrar en herbolarios.

La artemisa es una planta regida por la luna que nos ayudará a soñar. Propicia los sueños proféticos.

La salvia es también una planta lunar que produce sueños vívidos y abre la puerta al plano astral.

La camomila es una hierba que relaja y nos ayuda a conciliar e inducir el sueño.

La milenrama es especial para la adivinación. Muy potente.

El lúpulo es también relajante pero es una planta solar que nos va a ayudar a equilibrar el exceso de plantas lunares y a inducir hacia viajes oníricos positivos.

Este aceite lo ungís sobre vuestro chakra del tercer ojo y os untáis las sienes y las muñecas antes de dormir. Es un aceite fabuloso para todos aquellos que queréis cruzar el cerco y adentraros en el mundo de los sueños para adquirir conocimientos.

Espero que os haya gustado.

Marta Ruescas
Brujería del Cerco ® ©